Casa de Agnes West (Aldea Ost-In-Edhil - Elfos de la luna)

- Sindar... hace tiempo que no te veía... se acerca el día, no es así?



- Así es, Mariel... se acerca el día.- Dirigió la vista hacia Agnes.- Quien es tu joven acompañante?



Miró a Agnes. -Ella es Agnes, una amiga druida.- Se dirigió a ella. -Agnes, te presento a Sindar, principe y señor de la casa de los elfos del sol.



Sindar se acercó a Agnes e hincó su rodilla en el suelo. -Encantado de conocerla, joven druida.- Le dijo, cogiendo su mano y depositando un beso en su dorso.

Por un momento, aquellas palabras me recordaron... ¿Un principe? ¿Donde habia oido yo esa palabra? Sacudi la cabeza y sonrei.
-El placer es mio, alteza -.Le dije educadamente.

Sindar sonrió y se levantó. -Y decidme, muchacha... qué estáis haciendo con esta vieja?.- Dijo mirando a Mariel y sonriendo.

Mire a Mariel con ternura y un gran aprecio. Si no fuera por ella... tal vez estaria muerta.
-Mariel me ayudo cuando estaba herida de gravedad. Me estoy recuperando gracias a ella. Y la verdad creo que estoy siendo un estorbo -.Dije de broma.

Se acercó a ella y le cogió la mano. -Mi niña, no digas eso... no sabes lo importante que eres para nosotros, lo que significas para esta aldea.



- Estuviste herida, Agnes? Por qué? Quien te hirió?



Mariel se puso algo nerviosa. -Oh, no tiene importancia... fueron unos salteadores de caminos... le pillaron con la guardia baja, verdad, Agnes?.- La miró con un gesto cómplice.

-Si... Supongo que si... La verdad no recuerdo nada... Creo que perdi la memoria despues del... ataque .-Decia mientras miraba interrogante a Mariel. ¿Me habian atacado unos salteadores? Realmente estaba confundida. Mire a Sindar.
-Pero no debe preocuparse, alteza. De todas formas aun sigo viva -.Dije ofreciendole una sonrisa.

- Me alegro.- Le dijo, sonriente. -Es usted una muchacha demasiado bonita como para perderla por unos malechores. Se volvió hacia Mariel. -Mariel, como se encuentra Arandil?.- Le preguntó, poniéndose serio.



- Arandil está bien, Sindar. Por qué no iba a estarlo?.- Le dijo, algo nerviosa.



- No se... oi rumores. Pero me alegro de que todo esté bien. -Le contestó, haciéndo énfasis en todo.

Arandil... ¿Pero quien demonios era ese hombre? ¿Por que me resultaba tan familiar? ¿Formaria parte de mis recuerdos olvidados? Torci la cabeza hacia un lado. El dolor de la herida me atravesaba. Tal vez estaba demasiado tensa. Me incorpore con algo de dificultad.
-Si quieren puedo dejarles solos. Quizas necesiten hablar de asuntos personales en los que yo estorbaria -.Les dije mirando hacia ambos.

- No, Agnes, no es necesario que te marches. A menos de que estés cansada y quieras descansar. Sindar se quedará a cenar con nosotras, no es así?



- Bueno, creo que no podría renunciar a una de tus sabrosas cenas, Mariel.

Sonrei.
-De acuerdo. Entonces... ¿Podria dar un paseo, Mariel? Necesito andar un poco... No me alejare mucho, es mas, andare por aqui cerca -.Intente que Mariel me dejara. Necesitaba moverme, andar un poco y acostumbrarme a mover mi cuerpo con facilidad...

- Si, pero no dejaré que vayas sola. No quiero que te expongas a ningún peligro. Sindar y yo iremos contigo.- Le dijo, mientras la ayudaba a levantarse.

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Mi ultimo post por hoy... tengo un examen el jueves y voy a ver si estudio un rato, ejejej. Ta mañanaaaa!!!!

-No, de verdad. No quiero ser una molestia. De verdad... -.

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Vale adios wapa!

- No es ninguna molestia, de hecho tengo ganas de dar un paseo con dos bellas damas.- Se acercó a Agnes y la tomó por el brazo, para ayudarle a caminar.



- Si, iremos los tres, nos vendrá bien tomar el aire.

Les mire, rendida.
-Como guste -.Me limite a decir y empezamos a andar. Ya no me sentia tan fuerte como antes. Me acaricie en el lugar de la herida. Poco a poco iba diluyendose el dolor.

- Y bien, Agnes... así que eres una druida. Como es que unos salteadores de caminos fueron capaces de dejarte en este estado?.- Preguntó, suspicaz.

-La verdad, no puedo saberlo con exactitud, alteza. Mi mente esta bastante borrosa y solo espero recuperar la memoria pronto... Ni siquiera recuerdo el ataque. Solo se que Mariel me ha estado cuidando desde entonces -.Dije sonriendole. Extrañamente me sentia... ¿triste? ¿Por que? ¿Por que tenia esas extrañas sensaciones? Ojala pudiera saberlo pronto....

- Y por qué cuidaría Mariel de una druida? Mariel... hay algo que no me has contado?.- Le dijo, mirándola interrogante.



Mariel volvió a ponerse algo nerviosa. - Yo.,.. bueno... yo conocía a Agnes de antes y... fue simple casualidad que la encontrara cuando iba a recoger mis hierbas. No pensarías que iba a ser capaz de negarle mi ayuda, no?



- mmm, que curioso. Así que os conocíais... Agnes, de que conocías a Mariel?



-Ella... ella, bueno... ha perdido la memoria temporalmente, verdad Agnes?.- Le preguntó. -Simplemente la conocía, ella estuvo practicando alguna de sus técnicas conmigo.- Fue la mejor excusa que se le ocurrió.

-Lo siento... No puedo... recordar nada antes de ese accidente. No se de que conozco a Mariel, solo que la conozco. Siento no poder decir mas... estoy intentando esforzarme por recordar algo -.Dije para evadir la situacion.

- No te preocupes, Agnes. No debes esforzarte... eso hará que te duela la cabeza.- Miró a Sindar. -Sindar, no deberías presionarla. Ten en cuenta que ha sufrido una fuerte conmoción y necesita recuperarse.-



- Si, es cierto... perdonad. Es sólo que me resulta sumamente curioso el hecho de que os conociérais de antes, sobre todo sabiendo que Mariel practicamente nunca va a la aldea.

-Su Majestad no tiene la culpa, Mariel. Yo... yo deseo poder recordar. Pero... parece que voy recordando cosas. Ahora que habeis mencionado la aldea, alteza... Mariel -.Dije mirandola.- Yo... no vivo en la aldea, ¿verdad? Recuerdo una casa... a las afueras... -.Una imagen de una casita en un claro me vino a la cabeza. Y luego otra sucesion de imagenes que pasaron demasiado deprisa para que pudiera reconocerlas...

- Si, Agnes. Tu vives en el bosque, junto al camino que va a la cascada. Cuando te encuentres mejor veremos si podemos acercarnos a tu casa, aunque tendremos que ser cuidadosas de que no nos vean.- Calló inmediatamente.



Sindar miró a Mariel sorprendido. -Y por qué habríais de tener cuidado? Esta zona siempre ha sido muy segura...

No preste atencion a la conversacion.
-¿Cascada? -.Susurre para mi misma. Inmediatamente la imagen de una cascada aparecio en mi mente. Y habia algo... Estaba haciendo algo... Pero... ¿el que? ¿Y con quien?
-Con su permiso, creo que deberiamos entrar ya. Esta anocheciendo -.Comente echando una ojeada al cielo.

- Si, es cierto, debemos cenar. Sindar supongo que tendrá que irse a dormir.



- La verdad es que si, mañana tengo un día ocupado. Arandil e Itiel dan una recepción a la que han invitado a todas las casas de elfos.



Oh, Dios mio... espero que nadie se de cuenta de lo que pasa, pensó Mariel. Entraron en la cueva y se puso a hacer la cena.



Miró a Agnes. -Druida, te gustaria acompañarme mañana a la recepción?

Chicas me voy de viaje.... vuelvo el domingo.... ciao!!!!

que te lo pases bieen ^^



Le mire sorprendida.
-Seria... un gran honor para mi, alteza. Pero... esa recepcion debe de ser muy importante...