Casa de Agnes West (Aldea Ost-In-Edhil - Elfos de la luna)

Sonrei y cuando termino me di la vuelta y le abrace el cuello con los brazos, me acerque a el y le bese como si el tiempo no importara.
-Me gusta cuando me tocas -.Susurre contra sus labios.

Sonrio. -Me alegro, porque a mi me encanta tocarte.- Le dijo, dándole un beso cariñoso en la frente. - Ahora debo irme, ya es tarde y tengo que ir a hablar con Itiel. Mañana vendré en cuanto amanezca a contarte.

Esboce una debil sonrisa.
-De acuerdo -.Dije. No debia hacerme ilusiones... y necesitaba hablarlo con Mariel, tenia que pedir ayuda como fuera. De todas formas... iba a ayudar a Arandil, todavia... todavia no sabia que decision tomar.

Se acercó a ella y la besó con cariño. - Hasta mañana, amor... te echaré de menos. Recuerda siempre que te amo.... - Se dio la vuelta y salió de la casa, en dirección al palacio.

Me mordi el labio al verle marchar. No sabia por que... ¿Y si todo era mentira? ¿Pero por que tenia que pensar esas tonterias? Sin embargo... Suspire y busque a Mariel.
-Mariel... -.dije.- Tengo que hablar contigo, necesito tu consejo.

Salió de la cocina al oir que Agnes la llamaba. -Que pasa, amiga?.

No me atrevi a mirarla a la cara.
-Hay un... problema. Arandil... -.Por casi me eche a llorar, desconociendo la razon.- Arandil me ha dicho que me ama. Y me ha pedido que vaya con el a vivir a palacio... Pero Itiel puede hacerle algo, y estoy preocupada... No se... como reaccionar ante todo esto -.Dije, abatida.

Eso quiere decir que ha hablado ya con ella o que va a hacerlo pronto?, Oh, Dios mio.- Dijo más para ella misma. - Entonces está por llegar.- Sacudió la cabeza, como si saliera de un trance y miró a Agnes.- Agnes, si Arandil te ha dicho que te ama... no dudes de el, vale? A pesar de lo que pueda pasar... no dudes de él.

La mire extrañada.
-Va ha hablar con ella esta noche. Mariel... -.La mire de arriba a abajo.- ¿Dudar? ¿Y quieres que le crea y que me utilice como antes? ¿Y si me dijo eso para tenerme y tener tambien a su esposa? -.Suspire.- La verdad... empiezo a pensar que todo el mundo me utiliza y no me aprecian de verdad, incluida tu -.La mire de forma inquisitiva.

- Agnes... no dudes de mi, por favor. Yo te aprecio de veras... en estos dias que has pasado conmigo te he llegado a coger mucho cariño... la verdad es que... hacia tanto tiempo que no compartía mi vida con nadie que te voy a echar de menos cuando te vayas.- Le dijo, nostálgica. - Y Arandil es un buen hombre, el te ama de verás, lo se. El también ha sufrido mucho, Agnes... durante mucho tiempo... ahora se ha dado la oportunidad de enamorarse y confiar en tí... por que no puedes hacer tú lo mismo?

Baje mi mirada.
-Porque... porque tengo miedo... Tengo miedo de que vaya bien... Tengo miedo de bajar la guardia y... y que hagan daño a Arandil. A mi no me importa lo que me pase, pero... Arandil... Dime que debo hacer, Mariel, por favor. Y perdoname por ser tan desconfiada, es que... La vida no me ha tratado muy bien -.Dije simplemente, mientras los recuerdos me asaltaban.

Mariel le puso una mano en el hombro, como gesto de amistad. - No eres la única que lo ha pasado mal, Agnes. Arandil también h tenido muchos obstáculos en su vida, y creemé, si él te dice que te quiere es por que lo siente. No te puedo decir lo que tienes que hacer Agnes... solo te puedo decir que confíes en el.

-Pero, ¿Que debo hacer ahora Mariel? Mañana vendra y... ¿Me voy con el al castillo o me quedo? Ademas... no se como ayudarte a derrotar a Morus y su compinche -.Admiti.

- Agnes... solamente escucha a tu corazón. El te dirá que es lo que debes hacer. No se como derrotaremo a Morus... debemos estar alerta. Morus puede hacer calquier cosa.

La mire.
-Necesito descansar... Pensar en lo que debo hacer. Es un asunto complicado y hay mucho en juego. No podemos arriesgarnos sin tener nada claro. Al menos, yo no estoy dispuesta a andar a ciegas -.Le dije y me di la vuelta.- Si necesitas algo, estare en mi habitacion.

- Arandil!! Donde has estado? Llevo esperándote todo el día. Cariño, me gustaría ir a dar una vuelta por el pueblo.



- Itiel... tenemos que hablar.- La cogió de la mano y la llevo a la biblioteca. Cerró la puerta y se sentó junto a ella en un sofá. Le contó todo lo que le había dicho a Agnes, que no podían seguir, que ya no sentía lo mismo por ella, y que lo mejor era que se separaran.



- Pero Arandil... yo... yo te quiero. Llevo tantos años esperando que vengas a buscarme...



- Lo siento, Itiel... de verdad. Será mejor que te marches. Te prometo que te daré lo que necesites para que puedas vivir sin problemas. Ahora disculpame, quiero estar solo.- Salió de la biblioteca y se fue a su habitacion.



Morus entró en la biblioteca. -Que pasa Itiel? Por qué esa cara?



- Las cosas se están complicando... maldita druida... Arandil quiere dejarme, Morus... quiere que me vaya.



Morus hizo una mueca de disgusto, pero enseguida se recompuso. - Bien... entonces tendremos que tomar medidas... dejalo en mis manos.- Se dio la vuelta y volvió a salir de la biblioteca.

Me senté, mi rostro estaba serio, fruncido ligeramente el ceño. Iba a proteger a Arandil, necesitaba hacerlo. Mi vida no importa... No importa nada. ¿Por que tendria que preocuparme ahora? Siempre habia deseado ese descanso eterno... Muchas veces cuando era pequeña lo habia anhelado. Mi preocupacion se debia a Arandil... Se lo habia prometido a Mariel, ademas. No podia fallarles. Ahora no. Tenía que demostrar al mundo y a los demas que yo merecia ser llamada druida. Me levante y sali de la habitacion, buscando a Mariel.
-Mariel... Estoy preocupada por Arandil. Ire con el al castillo para protegerle, pero aun asi estoy preocupada. Mariel, no quiero separarme de ti. ¿Hay alguna forma de que estemos en contacto mientras yo este en el castillo? ¿No hay una especie de oraculo o algo que puedas darme para comunicarme contigo? -.Le pregunte, visiblemente preocupada.