Casa de Agnes West (Aldea Ost-In-Edhil - Elfos de la luna)

Una ciudad majestuosa se alza sobre la isla. La ciudad elfica de Ost-in-Ehdil



En esta ciudad viven en paz las cuatros razas de elfos. Los elfos de la luz, los elfos de la luna, los elfos oscuros y los elfos del bosque

Una ciudad antigua habitada por seres majestuosos. Las cuatro casas de elfos conviven en esta ciudad.

Los elfos de la luz, brillantes, altos, creen tener supremacía sobre las otras clases.

Los elfos de la luna son artesanos, con sus bellas manos hacen auténticas maravillas con el metal.

Los elfos del boque se comunican con las criaturas y los arboles, de ellos extraen la madera con la que hacen maravillosas cosas. Eleher los gobierna

Los elfos oscuros son magos, hechizeros que pueden invocar a espíritus. Habitan la ciudad por la noche.

Arandil se reunió con sus hombres, para quedar de acuerdo en la estrategia a seguir.

- Entraré solo... vosotros esperaréis fuera... y solo en el caso de que yo no salga en un tiempo prudencial... entraréis y atacaréis.



- Pero Arandil, eso es una locura... como vas a entrar solo? te matará.



- No lo hará... sabe que soy el único que puede darle el poder de la lágrima. No se arriesgará a perderlo matándome. El me ha llamado... y quiero saber que es lo que se trae entre manos.



- Está bien, Arandil... se hará como tu quieras... pero sigo pensando que es una locura.

Se fueron todos hacia los caballos y montaron en ellos, para dirigirse a la guarida de Morus.



Arandil llamó a Agnes con un silbido.

- Vamos, amiga... tu y yo entraremos en la boca del lobo. Se que tu me protegerás si intenta algo raro.

No sabia si era una buena idea, pero me sorprendi al darme cuenta de que estaba dispuesta a incluso morir por salvar a Arandil. Le mire decidida y partimos los dos solos dentro de aquella cueva... que no dejaba de darme escalofrios.
Y mi poder empezaba a debilitarse mas rapido de lo que creia.

Avanzamos por el sinuoso pasadizo que daba a la guarida de Morus. Estaba tan oscuro que apenas se veía el suelo bajo nuestros pies. Sabía que la loba Agnes estaba conmigo, puesto que podía oir su respiración en la oscuridad.

- Pequeña, tendrás que ser nuestro guía... se que tu visión es mejor que la mía en la oscuridad... tenemos que avanzar hasta la entrada de la guarida, pero yo no puedo ver donde vamos. Tendré que seguirte.

Dejó el caballo atado y se bajo. A pié, siguió a Agnes hacia dentro de la oscuridad de la cueva.

Mire hacia atras para ver si Arandil me estaba siguiendo bien, y luego segui hacia delante. Arandil tenia razon, yo veia mas que el en la oscuridad y podia guiarle sin problemas. Estuvimos anduviendo un buen rato hasta que, por fin, el tunel oscuro de la cueva se ensancho, y parecia haber un poco mas de luz. La suficiente para que Arandil pudiera ver con claridad. Me di la vuelta para ver si estaba bien.

Hola pequeña loba.- Morus apareció junto delante de ella. No había ni rastro de Arandil. - Estaba pensando en adoptar una mascota, y tu me vienes al pelo, nunca había tenido una mascota tan original.

La cogió por el pescuezo y la metió en una jaula. - Y ahora te quedarás aquí... calladita... si no quieres que mate a tu amiguito.

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Había perdido de vista a Agnes y estaba preocupado. Cada vez estaba más oscuro y olía a humedad. De repente.. oí un ruido...

Arandil...

Parecia una voz femenina... alguien me llamaba... no... no podía ser. - Itiel?.- Dije en voz alta hacia la voz.

- Arandil, estás ahí?? Estoy encerrada... sacame de aquí...

Corrió hacia alante, hacia el lugar desde donde había oido la voz, y llegó a una pequeña mazmorra. Apenas se veía nada dentro, pero sabía que Itiel estaba allí.

- Itiel!!! No te preocupes... te sacaré de ahí!!!

Y Agnes???????? ya te has olvidado de ella????? pobrecilla

Agnes es un lobito... ta en una jaula, jeejej.

Gruñi y amenaze con los dientes mientras intentaba salir de aquella jaula. Mordia los barrotes en un intento desesperado por salir y no se me ocurrio otra cosa que llamar a Arandil... pero aun era un lobo y no pude hacer nada mas que aullar... Estaba atrapada y no podia hacer nada. Arandil...
lloré, y por eso intente, con las fuerzas que me quedaban, realizar el hechizo para adelantar el tiempo del conjuro. Tal vez asi... pudiera hacer algo mas.

- Callate, pequeña fiera... se lo que intentas... pero no podrás conseguirlo. Ahora no eres más que un lobo.- Se acercó a ella y apuntó hacia ella con su vara, emitiendo una descarga. - Te quedarás en esa forma hasta que yo lo diga.

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Con una piedra que había cerca, consiguió destrozar los goznes de la puerta y desencajarla. Tiró con fuerza y por fin consiguió abrir la celda. Una sombra salió de ella... y le abrazó. La miró una vez estuvo fuera... era ella... Itiel.



- Arandil... has venido... por fin... llevo tantos años encerrada aquí... sabía que algún día vendrías a rescatarme.- Se abrazó a él con fuerza y le besó.



Apartó la cabeza con suavidad. No quería hacerle daño, pero realmente ya no deseaba besarla... al verla en lo único que había podido pensar era en Agnes...

- Itiel... me alegro de que estés bien. Tenemos que sacarte de aquí.



Itiel se quedó algo confundida por la reacción de Arandil, pero hizo como si no hubiera notado nada.

- Claro cariño, sígueme, conozco el camino.

Jajajajaja qué le has hecho al avatar de Agnes, qué bueno!!!

jejeje, unas pequeñas modificaciones, jeejej.

..... que fea por Dios.... jajajajajajaja parece un travesti!! Jjajajajajajajaajajjaajja pero mola eh? mola

Me asuste cuando aquella descarga me inmovilizo. Pero no por ello deje de gruñir y enseñarle los dientes, enviandole las palabras telepaticamente.
¿Que crees que estas haciendo? Yo no te he hecho nada ¡Sueltame! le dije.

- Oh! si has hecho, pequeña Druida... pero tranquila... seguro que lo podremos solucionar. No te preocupes, cuidaremos bien de tu amorcito.

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- Arandil... por aquí. Se donde está el cristal. Debemos cogerlo e irnos antes de que Morus advierta que estamos aquí.



- Si, vamos.- Donde estaría la loba? Estaba preocupado por ella. Había llegado a cogerle mucho cariño.- Tenía que recuperar la lágrima y después la buscaría.

No te atrevas a tocarle... ¿Y por que quieres mantenerme en esta forma? Haz que vuelva a ser humana le envie telepaticamente, aun no paraba de gruñir. Pero, claro, ¿Que pasaba si venia Arandil y me veia en mi verdadera forma? No podria soportarlo... ¿Que te he hecho, si puede saberse? le pregunte.

- No te preocupes... yo no le tocaré. Tu cachorro estará a salvo siempre que haga lo que tiene que hacer. Y no... ahora no me conviene que seas humana... y quizás nunca me convenga.

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- Mira Arandil... allí está el cristal. Cojámoslo y vámonos. Tengo muchas ganas de regresar a casa contigo.- Le dijo, mientras se acercaba para abrazarle.



Se zafó disimuladamente del abrazo y entró a la estancia donde estaba la lágrima. Estaba algo mosqueado... no podía ser tan facil... aquí pasaba algo. Por que Morus no nos ataca?... y... donde está Agnes? Se acercó a la lágrima y lo tomó en sus manos. Notó el poder que emanaba de ella, pero como príncipe elfo, podía tocarla sin corromperse.

- Ya la tengo. Ahora salgamos de aquí.- Cogió la mano de Itiel y salieron corriendo por donde había venido. La dejaría con Eliazar y volvería a por Agnes.

Gruñi con mayor fuerza. Ojala Arandil no viniera... ojala... ojala encontrara a Itiel y... y fuera feliz. Pense en el... en su sonrisa, en su mirada... Eso me dio fuerzas, y concentre todo mi poder, formando un gran nucleo de energia. Pero el aura que rodeaba aquel ser era muy fuerte, y a la vez que me concentraba se me agotaban las fuerzas. Pero concentre mi mente en la imagen de Arandil... Arandil... Yo...
Te quiero.

Justo despues, un haz de luz me envolvio y la jaula se rompio en mil pedazos, jadee en forma de lobo, pero fue por poco ya que mi cuerpo empezo a latir, y logre volver a mi forma humana. Estaba agotada, y ni siquiera podia tenderme en pie. Me arrodille, exhausta, y le eche una mirada.



-No ibas a pensar que soy tan debil como creias ¿verdad? Fui la unica druida que se paso la mayor parte de mi vida practicando la magia y luchando y vivia por ello. No soy tan debil como crees -.Dije, mientras intentaba recuperar mis fuerzas.

Morus soltó una estruendosa carcajada. -jajajajaja, pequeña druida... no eres nada comparada conmigo.- Trazó un círculo con su vara y creó alrededor de Agnes un círculo de restricción. -Ahora ni tu ni tus poderes podréis salir de aquí hasta que yo lo diga...

- Oh! pero... que insensible soy... no podemos privar a tu amorcito de su compañía lobuna, no?.- Apuntó con la vara y se convirtió a si mismo en lobo.



Ahora saldré a buscar a tu amor. Mi guardían se quedará contigo... Smush... el círculo restrctor durará dos días... despues... cuida de que no escape.

- Si... mi señor.- Respondió una voz de ultratumba.

-¡Noo! -.Grite, intente salir pero me era totalmente imposible. Golpee con fuerza el campo de fuerza que me apresaba, pero no pude hacer nada para impedirlo.
-Maldito... -.Le dije pero el supuesto lobo se limito a sonreir y se marcho. Aprete los dientes con fuerza... No podia hacer nada... Arandil... intente que llegara a el, que pudiera oirlo solo él... lo que no sabia era si podria o no conseguirlo... ayudame por favor.... Te quiero... Me derrumbe en el suelo y empece a llorar. No podia aguantarlo mas. Estaba perdida. ¿Y quien era ese guardian? Me seque las lagrimas y mire a mi alrededor.
-Muestrate -.Le ordene a ese guardian.

- Mi señora... que desea?

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Llegaron por fin a donde estaba Eliazar con los hombres.

- Eliazar, quédate con Itiel... yo entraré a buscar a la loba.



- Arandil... debemos irnos. No puedes volver allí. Ya tenemos el cristal.. y a Itiel... vámonos. La loba sabe cuidarse sola.

En ese momento, la loba apareció saliendo de la cueva. Se acercó a Arandil y comenzó a lamerle. Despues se acercó a Itiel... y acarició su lomo contra sus piernas.



- Parece que le gustas.- Le dijo a Itiel, sonriendo y se acercó a Agnes. -Estaba preocupado por ti, amiga. Me alegro de que estés bien. Arandil... ayudame.... Esa voz?? Agnes?? Algo le estaba pasando.

- Rápido, tenemos que volver a la aldea.- Subió a Itiel al caballo de Eliazar y despues de subió a su caballo.- Os adelantaré. Lleva a Itiel a palacio y nos veremos allí.- Espoleo a su caballo y partió a galope hacia la casa de Agnes.

Con la de tios buenorros que tienes por aquí y no pasarte a hacerles una visita...Voy a tener que venir yo!

Aprete los dientes para evitar una mueca.

-Tu... ¿Que te ha prometido ese tipo si le ayudabas? Haras esto por algo.. ¿no? -.Le dije duramente. Necesitaba salir de alli como fuera. Arandil... Por favor, ayudame...

- Yo sirvo a mi maestro, señora. Le debo eterna lealtad. Si no necesitáis nada más, debería marcharme.

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Galopaba como alma que lleva el diablo en dirección a casa de Agnes... mientras seguía oyendo su voz en la cabaeza... Que estaba pasando?. Llegó a su puerta y llamó, como un loco. Al ver que nadie respondía volvío a llamar... nada... rodeó la casa, mirando por las ventanas. Allí no había nadie. Un escalofrío de terror corrió por su cuerpo... Agnes... donde estas, amor mio?? donde has ido?



La loba apareció poco después. Frotándose contra los muslos de Arandil... trató de llevarle hasta el caballo.



- Si amiga, volveremos al palacio... Agnes no está. Nos ha dejado, amiga. Se ha ido.- Montó en el caballo y se encaminó hacia el palacio. No podía ser, Agnes no podía haberse ido así... no podía dejarle. El había oido su voz... ella estaba en peligro, pero.... donde?

Era mi ultima oportunidad. Debia hacerlo. No habia nada mas. Tenia que creer en mi... creer en Arandil... Habia pasado demasiado tiempo sin confiar en nadie, sin creer en mi... Senti mi corazon latiendo fuerte, la fuerza surgiendo en mi. Ahora no podia venirme abajo. Arandil estaba en peligro y yo... tenia que salvarle... Aunque fuese lo ultimo que hiciese...
Cerre los ojos, extendi mis brazos y me concentre... Tenia que hacerlo... Tenia fuerza suficiente... Ya habia pasado por esto antes... en un entrenamiento... Desde que entre en la academia mi vida se ha basado en eso... Me concentre, y segundos despues una explosion de luz inundo la cueva. Mi cuerpo sufrio, senti como se desgarraba debido al sobreesfuerzo. Pero no me importaba. En mi mente solo estaba la sonrisa de Arandil y llore, llore por el. La explosion de luz y poder destruyo el campo de energia y me llevo afuera de la cueva. Tenia una profunda herida en el hombro y no dejaba de sangrar. Tenia el brazo y parte del pecho empapados en sangre, me dolia y mucho, pero corri hacia donde pude. lejos del mal. Senti que mis poderes volvian pero muy levemente. La vision empezo a irse, pero segui corriendo, segui llamando a Arandil.
No se como, alcance a ver un caballo que iba en mi direccion. El jinete...

-A...ran...dil.... -.Fue lo unico que dije y me desplome sobre el suelo. Aun estaba consciente, y podia oir los golpes del caballo que se acercaba. Senti como, poco a poco, las fuerzas se me iban....