HISTORIAS OFF-TOPIC

No lo se... no lo recuerdo... supongo que si no lo recuerdo será porque no lo ha sido nadie, no?... sólo recuerdo a mi amo... el es brusco... me hace mucho daño, me... me fuerza. Pero tu no... tu no quieres herirme... tus palabras me consuelan... me hacen sentir bien, me... me gusta que me toques.- Me acerqué un poco más a él para que me siguiera frotando la espalda... no sabía porqué, pero mi cuerpo necesitaba su contacto.

- No hablemos más de tu amo quieres? olvídalo por un momento y pensemos que sólo estamos tú y yo en el mundo. - se había acercado a él, le había rozado, Dios! le estaba torturando de una forma inimaginable si seguía acercándose no tendría escapatoria, iba a notar todo su deseo por ella.

Asentí con la cabeza y me acerqué más a él... sentía una fuerza invisible que me atraía a su cuerpo. El miedo había desaparecido... ese hombre no me haría daño. El no era como Gal.

- No se lo que me pasa... me siento... siento como un cosquilleo cuando me tocas...

Se acercaba más a él, dejó de frotar su espalda y acercó la cabeza a su oído.

- No me recuerdas Kassandra? qué tengo que hacer para que me recuerdes? - su voz era un tono más baja y seductora, pasó la esponja por su cuello y comenzó a deslizarla hacia abajo, hacia sus pechos.

Me inundó una sensación de placer inmenso... no sabía que era, no conseguía recordar haberlo sentido nunca... pero me resultaba familiar... y tan agradable... no quería que parase.

- Lo lo siento... no... yo no te conozco... no se... no se que tendría que recordar...- Me di la vuelta y lo miré. En el fondo de mi alma había algo que me decía que ese hombre me era familiar... pero no coneguía saber por que. - Ayudame... no consigo recordar nada... solo se que me gusta lo que me haces... eso está mal?

- No está mal, es deseo lo que sientes y yo puedo aplacarlo si quieres....si me dejas. - dijo cogiendo su cuello en una mano.

Yo... no se... no me harás daño? Me... da miedo.- Me puse algo tensa cuando me cogió el cuello... no quería irme, pero... me daba miedo que me hiciera daño.

- Déjame probarte un poco. - dijo mientras acercaba la boca a sus labios lentamente. - sólo un poco. - y la besó tiernamente aunque lleno de deseo.

Mi primer instinto fue apartarme de él... pero cuando su boca rozó mis labios de una forma tan tierna mi cuerpo se detuvo. Seguía teniendo algo de miedo, pero por otro lado, la sensación de tocar mis labios con los suyos era muy placentera.

- Me... me gusta eso.- Le dije, ruborizada.

- Puedo darte más, si me dejas. - puso una mano en su cadera y la acarició mientras con la otra reclinaba su cabeza para acceder a su boca. La besó y recorrió el contorno de sus labios con la lengua para luego abrirse paso con ella a su boca.

Miles de hormiguitas recorrían mi estómago, y eso me gustaba. Me gustaba como me hacía sentir. No era brusco y doloroso como el amo... el era bueno... tierno. Me toqué los labios con los dedos y sonreí.

Me hace... cosquillas...- Le miré, me moría de la vergüenza... no sabía lo que me estaba pasando...

- No es cosquillas lo que quiero que sientas si no deseo... - la miró directamente a los ojos mientras su mano ascendía por su cintura hasta justo debajo de su pecho y allí se entretuvo, no quería ir demasiado rápido con ella, no quería que se asustase de nuevo.

Notaba como su mano ascendía por mi cuerpo hasta casí tocar mis pechos. Su toque me quemaba, hacía que una parte de mi cuerpo, escondida entre mis piernas... ardiese por su contacto... y me pedía más.

- Siento... calor... me gusta que me toques. Es eso deseo?.- Le miré a los ojos, interrogante.

- Sí mi amor eso es deseo. - dijo con la voz ronca, quería besarla pero también quería ver su reacción cuando la acariciase, se atrevió, ella no le rechazaba ni se retiraba así que subió la mano hasta sostener un pecho en ella y pasó el pulgar por su pezón erguido, sin dejar de mirarla a la cara para ver su reacción.

Pegué un respingo cuando él acarició la punta de mi pezón. Por un instante me asuste pero... no era doloroso... sentía algo intenso... ese calor se intensificaba y mi cuerpo seguía pidiendo más de su contacto. Miré mi cuerpo, mis pezones se habían puesto duros, erguidos... no entendía mis reacciones, pero... me gustaban... me sentía feliz. Alcé una mano y toqué su pecho.

- Tu... sientes lo mismo si yo te toco ahí? sientes calor?.- Le dije, mientras acariciaba temerosamente sus pezones, que también notaba endurecidos.

- Sí...te deseo...te necesito...necesito estar dentro de tí. - la besó mientras seguía acariciando su pecho con una mano y con la otra recorría cada curva de su cuerpo deteniéndose en su cadera y sus nalgas, acercó su cuerpo al de ella y su miembro quedó junto a su cadera.

Esas caricias eran maravillosas. Tenía unas manos de seda... despertaba mil sensaciones en cada parte de mi cuerpo que él acariciaba. De repente se acercó a mi, y noté aquello... no, aquello dolía... de repente, me volvió a inundar el miedo y me puse tensa... aunque seguía sin poder apartarme de él.

- No! por favor... no me hagas daño... no... tienes el miem... Gal me hace daño con eso... por favor... haré lo que me pidas, pero no me hagas daño.- Le miré, con los ojos llenos de lágrimas.

- No voy a hacerte daño te lo prometo. - le dijo al oído. - relájate. - cogió una pierna y la puso alrededor de su cadera, su miembro se acercó a su sexo húmedo y caliente y apretó en su abertura sólo un poco para que pudiese hacerse a la idea. - dime si te hago daño. - dijo mientras comenzaba a entrar en ella lentamente.

Estaba tensa. Notaba aquello ahí, justo donde el amo se colocaba... para despues forzarme brutalmente y desgarrarme. Pero Xeric no me hacía daño, al menos no de momento. El era cuidadoso... pero no, si me penetraba me desgarraría, como hacía Gal.

- Pero... pero luego me dolerá... cuando entres dentro de mi... cuando el amo lo hace siento que me desgarra por dentro y me duele... tengo miedo... tu me dijiste que no me harías daño. Me lo has prometido....

- Porfavor Kassandra no hables más de Gal y menos diciendo que es tu amo, confía en mí porfavor, no te haré daño. - quería hundirse en ella de una sola embestida, lo necesitaba, su miembro palpitaba y dolía por rozarse con el suyo pero se detuvo. - quieres que lo deje? - no había entrado en ella si quiera. - quieres que salga? -

No sabía que decirle. Por una parte estaba asustada... pero por otra no quería dejarle ir, necesitaba su contacto. Esa parte de mi cuerpo seguía pidiendome algo más...

No... no quiero que te vayas... pero tengo miedo.- Me agarré a su cuello. Tenía un poco de frío allí desnuda, de pié en la bañera.- No.. no te apartes de mi... tengo frío...

Poco a poco se hundió en ella abrazándola fuertemente hasta que estuvo completamente dentro.

- Ya está....ha dolido tanto? - preguntó jadendo.

No, no había sentido dolor... era todo lo contrario... era... el placer más intenso que había sentido jamás. Instintivamente, comencé a moverme, mi cuerpo me pedía que me moviera, que me arqueara contra el cuerpo de Xeric.

Jadeando y gimiendo de placer, me abracé a él con fuerza. -No, no se lo que me pasa... te.. te deseo... me... me muero de deseo por ti... me gusta que estés dentro de mi... me vuelve loca...

Era todo lo que necesitaba saber, sus palabras y sus movimientos le dieron el empuje que necesitaba para comenzar a moverse.

- Entonces disfrútalo como yo. - comenzó a moverse despacio el cuerpo de Kassandra pegado a la pared de la ducha y el agua cayendo entre los dos, era un momento muy sensual poco a poco fue acelerando sus embestidas, besando y mordiendo su cuello.

Estaba en extasis... no existía nada en el mundo, sólo las sensaciones que Xeric me hacía sentir.... a cada embestida suya, mi placer se hacía más intenso... hasta casi doler. Mi cuerpo respondía arqueándose contra el suyo y abriéndose para sentirle lo más dentro posible de mi. Poco a poco una sensación muy intensa fue subiendo por mi cuerpo, desde la ingle hasta el pecho... creía que iba a morir... necesitaba que siguiera, que calmara esa sensación. Me aprete más contra él y puse mis manos en sus nalgas, para empujarle más profundamente. Xeric emitió un gemido ronco y empujó más fuerte... haciendo que esa sensación se hiciera tan fuerte que al final estallé. Me embargo un placer tan intenso que creía que me iba a desmayar... de repente, millones de imágenes acudieron a mi mente, Gal, el hechizo, las reliquias... Xeric... mi Xeric. Ahora podía recordarlo todo...

- Le abracé mientras aun sentía los espasmos del climax. - Mi amor... te amo... siempre te amaré... Mi Xeric.