Casa de Aileen (Valle Kilmartin - Clan McCallum)

- Por qué tienes que tratar así a Giovanni? él no te ha hecho nada. - monté en le caballo y después lo hizo él.

- Te parece poco que me amenazara? Yo no le dije nada, sólo que estarías bien. El fue el que me amenazó.- Le dijo, enfurruñandose.

- No creerás de verdad que Giovanni te daría una paliza no? además por qué lo haría? y tú le tuviste miedo? - no pude evitar sonreir, me hacía gracia la situación, intenté que no se me notase.

- Miedo?? Claro que no.- Adoptó una pose de guerrero poderoso.- Yo no le tengo miedo a un simple cocinero, por muy ninja que sea. Y no se por qué me daría una paliza... pero me amenazó. Deberías regañarle a él, no a mi.

- A tí tampoco te he regañado. - dije riendo ahora sin ocultarme. - pero si te quedas más tranquilo lo haré con él en cuanto vuelva a verle. -

- Pues eso es lo que deberías hacer.- Le dijo, ceñudo. -Vamos, te ayudaré a subir al caballo. Es tarde.

Dejé de reir y subí al caballo.

- Te has enfadado? por qué? - por qué ese ceño fruncido? no podía entenderlo, pensaba que todo era una broma pero por lo visto el se había tomado algo en serio y no sabía qué podía ser.

- No me he enfadado. Es solo que me regañas a mi cuando el que me ha amenazado es el... - Seguía poniendo morritos mientras la ayudaba a subir al caballo.

- No seas crío Ian, ni te he regañado a tí ni lo haré con Giovanni, tú eres un guerrero, supongo que sabrás defenderte bien, él es un cocinero, nunca te amenazaría en serio y me sorprende que te lo tomases así. -

- Bueno, dejemos el tema. Es hora de volver a casa.- Se subió detrás de ella al caballo y la abrazó contra él con fuerza. - Ahora estás en brazos del guerrero, preciosa... asustada?.- Le dijo en tono socarrón.

- No me asusta nada estando a tu lado. - podía notar su cuerpo duro detrás del mío y me abrazaba con tanta fuerza que podría derretirme ahí mismo, me encantaba cuando me abrazaba....

- Lo has hecho alguna vez encima de un caballo?.- Le preguntó pegado a su oreja, convoz provocativa.

Qué me estaba diciendo? Mi estómago se contrajo por sus palabras y la cabeza comenzó a darme vueltas.

- Ian... - gemí su nombre sin poder evitarlo. - no...sabes que... no he estado con ningún otro hombre... -

- Me encanta oirte decir eso, preciosa.- Seguía diciéndole en su oido. -Montando a caballo es una experiencia única... te apetecería probar?.- Le decía, mientras se acercaba cada vez más a su oreja, para que pudiera sentir su aliento.

- No es posible. - mis ojos se habían cerrado por voluntad propia y sentí como mis pechos se endurecían al notar su aliento en mi oreja. - eso no puede ser posible. - un escalofrío recorría mi espalda y me hacía jadear y arquear mi cuerpo.

- Si que es posible, preciosa.- La alzó y la colocó de cara a él. - Ahora si es posible.- Le dijo, mientras besaba intermitentemente sus labios. - Te atreves?

- No...no sé... - sí, cómo que no sabía? estaba deseándolo...por qué no se lo decía claramente?

- No lo sabes? Quieres que intente convencerte?.- Le dijo, mientras ponía una mano en su pecho y jugaba con su pezón erguido a través de la tela. .- No lo haremos si no me lo pides, preciosa.

Vale era lo único que necesitaba saber, no iba a quedarme así después de todo.

- Sí Ian, sí quiero, por favor. - arqueaba mi espada para sentirle más cerca de mí, para sentir sus dedos en mi pecho.

- Está bien... sujétate a mi, preciosa. No te dejaré caer.- Le dijo, mientras con la mano que no sujetaba las riendas le desabrochaba la camisa y metía la mano por la abertura para tocar sus pechos. - Me encantan tus pechos, aIleen... tan llenos, tan erguidos para mi...- Le decía mientras seguía acariciándolos.

- Oh! Ian, esto....oh! podríamos caernos.... - sus manos obraban maravillas en mi cuerpo, cómo era posible que no tuviese bastante? parecía incansable pero además hacía que yo también lo fuese, sus caricias, sus besos y sus palabras me volvían loca, tanto que en ese momento no era consciente de nada, ni del peligro ni de nada más que no fuese él.

- No te preocupes, preciosa... conmigo estás segura. Nunca dejaré que te hagas daño.- Le decía mientras bajaba la cabeza y succionaba sus pezones, que estaban de nuevo erguidos. - Ahora necesito que me desabroches el pantalón, preciosa. Hazlo mientras yo sigo jugando con tus dulces pechos.

- Cuántas veces has hecho esto Ian? - no podía ser la primera vez, sabía muy bien lo que hacía y cómo tenía que hacerlo.

Dejo de lamer sus pechos y la miró. - De verdad te importa, Aileen? No cariño, solo debes pensar en que es la primera vez, y de hecho lo es, por lo menos así, con alguien como tu, con alguien que hace remover mis cimientos como tu lo haces. No pienses en las demás, preciosa... a partir de ahora solo serás tu....- Le beso en la oreja, mientras susurraba.- Solo tu...

Sí que me importaba, aunque por otro lado....bueno gracias a su experiencia es por lo que me hacía disfrutar tanto y ahora....ahora sólo sería yo, por qué no creerlo? por que era demasiado bueno para ser verdad, pero iba a vivir el momento, ahora estábamos juntos, lo que viniese después lo afrontaría en su momento, ahora tocaba disfrutar. Desabroché su pantalón como él me pidió y le abracé mientras él besaba mi cuello.