Casa de Kassandra (Aldea Ost-In-Edhil - Elfos del bosque)

- Bueno, supongo que debería decirte al menos que el príncipe Eleher es el padre de mi hijo. Aunque me imagino que lo intuirás, despues de que he mencionado a Estefian.- Me solté de su abrazo. No quería darle a entender cosas que no eran, y no quería... estaba demasiado debil para resistirme a él y no queria que pasara algo de lo que luego podríamos arrepentirnos los dos.

Por qué se alejaba de él? sintió una punzada de dolor al escuchar el nombre de la persona que amaba, porque no sólo era el padre de su hijo, era el hombre de quien estaba enamorada y él quería hacer que le olvidase.

- No tenías por qué decírmelo, tampoco quería saberlo. - se acercó a ella y puso una mano en su mejilla. - no te merece Kassandra, yo jamás te haría daño, jamás te haría de llorar, dame una oportunidad y te lo demostraré. - bajó su cabeza hasta quedarse a unos centímetros de sus labios. - no sabes cuánto deseo besarte....déjame hacerlo. - descendió un poco más.

Me quedé allí, sin poder apartarme. Pero no quería, no, sabía que luego me arrepentiría. -Por favor, Zesman... no me hagas esto... estoy demasiado dolida para alejarme de ti, pero sabes que los dos nos arrepentiríamos despues... por favor.

- Yo no me arrepentiré, espero que tú tampoco lo hagas. - no pudo aguantar más y descendió hasta rozar sus labios, primero fue un beso suave, después movió la boca sobre la suya instándola a seguirle.

No me podía negar. Estaba demasiado debil para hacerlo. Abrí la boca y respondí a su sugerente beso. Por un moento, me sentí en el paraiso... pero recobré la poca cordura que me quedaba y me aparté. -No, por favor.- Me di la vuelta, avergozada.

Le había devuelto el beso, eso era más de lo que había esperado, se sintió feliz y no quiso forzarla más, sonrió para sus adentros, había conseguido avanzar algo.

- Está bien, no voy a forzarte a nada, sólo espero que no te arrepientas, para mí ha sido maravilloso. - la cogió de los hombros y la acercó a su pecho. - quieres que vayamos a cenar ya? -

En el fondo de mi alma no me arrepentía... Zesman me había hecho sentir querida... y yo había querido corresponderle. Pero no podía ir más allá... no mientras siguiera amando a Eleher como lo hacía. Maldito Eleher... seguro que estará tan tranquilo, sintiendose libre por fin de tener que cargar conmigo. Suspiré. - Si, es hora de cenar, Garady estará esperando. Seguro que ya lo tiene todo preparado. Ya verás.- le dije, animándome.- Te vas a chupar los dedos... he hecho una cena digna del mejor cocinero.- Le dije, mientras le cogía de la mano y tiraba de él en dirección a casa.

Cómo se sentiría vivir así, compartiendo una vida con ella? con las simples cosas de la vida, pasear agarrados de la mano, volver a casa juntos, hacer la cena y cenar, cuidar a los hijos y dormir juntos para amanecer abrazados, eso sería el paraíso para él.

- Qué esperas de una relación Kassandra? - se lo preguntó mientras se dirigían a su casa.

Me quedé un poco helada. Por que me preguntaba eso? Sonreí. Había soñado tantas veces con una vida normal... un hombre que me quisiera y que me abrazara todas las noches.

- Busco algo normal, Zesman, algo que creo que todo el mundo debería tener. Busco un hombre que me quiera, que me cuide, que me abrace cuando lo necesito y se ría conmigo cuando hay que hacerlo. Un hombre normal... que me necesite, que cuando le mire, vea en sus ojos su amor... su pasión por mi. Eso es lo que quiero... Quizá soy demasiado soñadora y eso no exista.- Le contesté, mientras seguía caminando.

- No eres una soñadora y creo que yo podría darte todo eso, es lo que yo deseo en una pareja y es lo que me gustaría darle a ella. - no debía presionarla, lo sabía pero quería que le quedase muy claro cuales eran sus intenciones y cómo era él, cómo se comportaría con ella.

- Zesman... yo... necesito que lo comprendas. No puedo darte lo que me pides. No puedo amarte... nada me gustaría más que poder hacerlo, pero no puedo. Serías capaz de tener una relación conmigo aun sabiendo que amo a otro? Eso no sería justo para tí... Es mejor que nos limitemos a ser amigos. Será lo que menos daño nos hará a los dos, creeme.- Seguimos avanzando, hasta llegar al claro donde estaba mi casa.

- Me estás cerrando las puertas? no dejarás ni siquiera que lo intente? cómo puedes estar tan segura de que nunca podrías amarme? por qué no es posible que puedas hacerlo en un futuro? tú no puedes saber eso....o sí? -quizás uno de los poderes de ser druida era adivinar el futuro.

- No, no lo se Zesman... no se lo que ocurrirá en el futuro... pero tu solo estarás aquí unos días. No tiene sentido que discutamos sobre eso.- Quería hacerle entender... quería que entendiera que no me merecía, que yo no podía amarle como se merecía. Nunca amaría a nadie como amaba a Eleher, eso lo sabía... y el se merecía a una mujer que fuera completamente suya... y no a medias. - Será mejor que entremos. Ya es hra de cenar.

- No me rendiré. - lo dijo en voz baja, más para sí mismo que para ella y la siguió hasta el comedor.

Garady debía haber subido arriba. No iba a cenar con nosotros?? Esta mujer era tan formal... Fui a la cocina y cogí el lomo. Garady había dejado todo preparado y la mesa puesta, así que solo quedaba llevar la comida a la mesa. Llegué con la bandeja al comedor y serví dos platos de lomo, acompañado de unas patatas panaderas que había hecho Garady.
- Espero que te guste.- Le dije, mientras le tendía el plato y me sentaba a la mesa.

- Tiene una pinta estupenda y seguro que está buenísimo. - cortó un trozo de lomo y se lo llevó a la boca. - uhmmmmmmm!!!! delicioso, te lo dice un cocinero. - sonrió y le guiñó el ojo.

- Seguro?? No lo dices solo por quedar bien??.- Le dije, mirandole y buscando su aprobación. La verdad es que estaba bueno. Yo lo había probado y me había sabido rico... pero necesitaba que el me diera el visto bueno.

- Si lo haces todo tan bien, cualquier hombre estaría encantado de casarse contigo. - sonrió pero su sonrisa murió en sus labios cuando vio su cara, la había entristecido, había hablado sin pensar. - yo....lo siento Kassandra no quise volver a ponerte triste ni a recordarte malos momentos. - se disculpó.
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- Creo que sale con un feriante, les vi cogidos de la mano muy acarameladitos. -



- Eso me beneficiaría muchísimo, si es cierto es posible que incluso se marche con él cuando se vayan, en unos días lo sabremos. -

Sonreí... estaba claro que no había buscado herirme. - Te agradezco el cumplido... no te preocupes. No me pondré triste. Zesman... crees que yo... que yo encajaria con vosotros, en la feria??

La miró sorprendido.

- Vendrías conmigo? - fue lo único que pudo preguntarle.

- No lo se... de momento sólo es un impulso. Aun no lo he pensado seriamente. No se si quiero irme realmente de aquí... no se si quiero olvidarle... Pero querría saber si me permitiríais que me uniera a vosotros, si decidiera hacerlo.

- Me harías el hombre más feliz del mundo si decidieses venirte. - y consiguieras olvidarle, pensó, pero eso no se lo dijo.

- Me alegra saberlo, Zesman... pensaré en ello. Quizás lo mejor sería huir... y olvidarle... pero no se si quiero, no se si puedo... no se si seré capaz de vivir sin él. Perdona que te cuente esto.. seguro que no quieres ni oir hablar de él.

- No importa, si te sientes mejor puedes contarme lo que quieras, puedo entender que te cueste olvidarle o que creas que no serás capaz de vivir sin él, aunque creo que más bien vives poco con él pero...lo que no puedo entender es que no quieras olvidarle. -

- Si, yo tampoco puedo entenderlo. Es extraño... es solamente que no se si sería capaz de vivir sin volver a verlo... sin ser tan feliz como soy cuando estoy con el, aunque estemos discutiendo, por el simple hecho de tenerlo cerca... se que no me quiere... y que ha jugado con mis sentimientos, pero yo no puedo evitarlo... no puedo evitar necesitarle, sentirme que estoy más vida cuando él está conmigo. Yo tampoco lo entiendo, Zesan... pero es lo que siento. Además... no es justo que lo aparte de su hijo... siempre será su hijo, eso es algo que no puedo cambiar.