Casa de Kassandra (Aldea Ost-In-Edhil - Elfos del bosque)

- Si, se lo he prometido a Zesman... aunque me imagino que Promus no le hará ninguna gracia. ¿Que más le dará? Está claro que Eleher no piensa volver a saber nada de mi n de su hijo... entonces porque Promus no quiere que salga con Zesman?

- No lo sé, es amigo de Eleher, de todas formas no tiene por qué enterarse, se irá después de comer y si tú no deseas decírselo yo no lo haré. -

- No me gusta mentirle a Promus, Garady. El se ha portado muy bien conmigo y no quiero corresponderle con mentiras. No, si surge el tema se lo diré, no tengo por qué ocultarlo. No crees?

- No, pero tampoco tienes por qué contárselo si no sale el tema, recuerda cómo te habló la última vez que estuvo aquí y como se marchó. - o es que ya lo había olvidado?

- Vale, pero si surge el tema no le mentiré. y que se enfade si quiere. Yo no estoy haciendo nada malo. Vamos, llevemos la comida a los hombres hambrientos.- Cogí la bandeja y los platos y volví al salon. -La comida ya está lista.- Les dije mientras les servía.- De que estabáis hablando?

- Le contaba a Promus un poco de mi vida y él a lo que se dedica. -



- Nada demasiado interesante. -



- No teníais tanta hambre? pues venga que se enfría. - la tensión entre esos dos era evidente.

La tensión se podía cortar con un cuchillo. Yo esperaba que se llevasen bien, Promus era como de mi familia, y Zesman... Zesman había llegado a ser muy importante para mí... aunque se marchara en pocos días.

- Bueno. La comida está riquísima, no es así chicos?. Deberíais agradecerle a Garady. Bueno, aunque Zesman también es un gran cocinero.- Dije mirando a Promus a ver si podía sacar un tema neutro.- No es así Zesman? Algún día podrías invitar a Promus a tu puesto de comidas.

Zesman le miró y se sintió incómodo por la sugerencia de Kassandra.

- Sí, claro cuando quiera. -



- Bueno cuando pueda, no suelo tener mucho tiempo libre y menos para disfrutar en una feria. - volvieron a quedarse en silencio.

Desde luego, estaba claro que no estaban por la labor de suavizar la conversación.

- Bueno, si quieres nos podemos pasar mañana y comer allí con Zesman despues de ir a ver a Sailus... que te parece, Promus?

- Bueno, no lo sé, mejor te lo digo mañana vale? ahora debo irme, se me hace tarde. - se levantó de la mesa y miró a Zesman. - encantado de conocerle. - aunque sus palabras no sonaron convincetes. - gracias por la comida Kassandra. -

Respiré un poco más tranquila cuando Promus se fue. Por lo menos ya no habría tanta tensión en el ambiente. -Bueno Zesman... me dejarías echarme una siesta antes de marcharnos?. Solo un rato en el sofa, mientras tú y Garady podéis ver la tele.

- No, no, de eso nada, yo quitaré la mesa. - comenzó a llevarse los platos a la cocina.



- Podrías echarte la siesta en la cama si quieres y .... - cómo se lo decía? - bueno yo....podría hacerte compañía....no intentaré nada te lo prometo. -

- No, prefiero echarme en el sofa, con la tele puesta... puedes sentarte conmigo si quieres. Apoyaré la cabeza en tu regazo, así me sirves de almohda. Te parece bien?.- No iba a darle la oportunidad de que pasara lo de la tarde anterior. Esta vez Garady andaría por aquí y no pasaría nada.

Se sentó en el sofá.

- De acuerdo, entonces ven, túmbate aquí. - le dijo señalando sus piernas.

Me tumbé y puse la cabeza sobre sus piernas. Casí al instante me quedé dormida. Había dormido tan mal por la noche que estaba bastante cansada.

Acarició su pelo y notó que se había quedado dormida enseguida, la recorrió con la mirada, era tan bella....la deseaba tanto...La dejó dormir durante un buen rato hasta que ya no pudo soportarlo más, su presencia, tenerla tan cerca le había encendido y tenía una erección desde hacía un buen rato, comenzó a acariciar su cara, su cuello, su brazo, rozando su pecho en el transcurso.

Estaba teniendo un sueño muy agradable. Estaba con Eleher, en la catarata... el me sonreía y me decía que me quería y me acariciaba. Podía sentir sus caricias, tanto como si fueran reales. Me estremecí, aun dentro del sueño. -Eleher...- Dije, dormida, sintiendo las caricias que el me daba en mi sueño.

Estaba soñando con Eleher, pensaba que era él quien la acariciaba, dejó de hacerlo al instante.

- No, Kassandra, Eleher no está contigo, soy yo. - dijo en un susurro para no despertarla. - Zesman. -

Me removí en el sueño. Eleher había dejado de acariciarme... pero aun estaba allí, le estaba viendo, y me sonreía. Por que ya no me hablaba?. Zesman, Zesman estaba también allí, y Eleher dejaba de sonreir... se alejaba... no no!. Me desperté aturdida, confundida. Me había parecido tan real. Miré a Zesman, estaba aún sobre sus muslos.

- Lo... lo siento Zesman... he debido tener una pesadilla.- Dije, incorporándome y arreglandome el pelo. - Me cambiaré en un momento y nos vamos a la feria, vale?

- Claro. - dijo simplemente tapándose con las manos intentado disimular su erección.

Subí a vestirme y escogí el vestido dorado que me había hecho con las telas que compré en la ciudad. Me sujeté el pelo con una cinta a modo de diadema y me miré al espejo. Asentí para mi misma.. hoy tenía necesidad de verme bonita... de volver a quererme a mi misma. Bajé de nuevo al salón.

- Cuando quieras Zesman, estoy lista.

- Estás preciosa Kassandra, te importaría ir dando un paseo? no traje ningún carro. - le preguntó algo avergonzado por tener que hacerla andar tanto.

- Si claro, no hay problema. Estoy bastante descansada despues de la siesta. Vamos?.- Le dije, abriendo la puerta.

Llegaron a la ciudad y comenzaron a pasear cogidos de la mano, saludando a la gente que Kassandra ya conocía y presentándole a más gente.
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- Eleher siempre estoy encerrada en palacio, por qué no me llevas a la feria? me gustaría mucho verla. -



- No es lugar para una princesa.-



- Pero a mí me gustaría verla, porfavor Eleher... -



- Está bien. - no tenía ganas de aguantar sus lloriqueos así que preparó el carruaje y se marcharon a la feria.

- Sois un montón.- Le dije, viendo a la cantidad de gente que conocía en la feria. - Siempre vais todos juntos de feria en feria o cada uno se mueve a su aire?.- Le pregunté, sentía curiosidad por ese mundo. Parecían una gran familia, algo que yo no había tenido nunca.