Casa de Kassandra (Aldea Ost-In-Edhil - Elfos del bosque)

- Y qué vas a enseñarme? - dijo mientras salían de la casa.

- Bueno, creo que podríamos ir hasta la catarata y volver. El sendero hasta allí es muy bonito.- Le dije, mientras me encaminaba hasta la entrada al sendero, tirando de su mano.

Era la primera vez que ella le daba la mano, bueno...él se la ofreció en primer lugar pero ahora ella iba delante y no le había soltado la mano, eso le hizo sonreir.

- Te gusta mucho esa catarata verdad? - lo sabía por la forma en la que hablaba de ella.

- Si....- Me quedé pensativa. Me gustaba la catarata... mucho. Me traia paz. Aunque también revivia recuerdos agridulces. Quizás sería mejor no ir. No estaba de ánimos para volver a torturarme con los recuerdos. - Sabes? será mejor que dejemos la catarata para mañana. Hoy daremos un paseo por el bosque. Te parece bien?

- Por qué pasa algo? he dicho algo que te molestase? - por qué ese cambio ahora? parecía entusiasmada con la cascada, siempre la nombraba y ahora...no quería mostrársela?

- Bueno... como te he dicho antes, hoy no ha sido un buen día y la cascada... la cascada me trae recuerdos y sensciones que ahora no tengo fuerzas para experimentar. Espero que no te enfades...- Le dije, algo avergozada.

- Vale, tranquila, no pasa nada, iremos cuando te encuentres con ánimos de acuerdo? Bien entonces tú dirás....o mejor, tú me guías. - le dedicó una encantadora sonrisa.

- Bueno, no tenemos ningún destino concreto... simplemente demos un paseo, sin alejarnos mucho, mientras me cuentas cosas de tí, de tu vida. Como has termindo siendo feriante? Tus padres también lo eran?

- Mis padres lo son, sí, aún viven y trabajo con ellos en el puesto que tenemos en la feria de comidas, lo he vivido desde pequeño así que qué otra cosa podía hacer? y tú? a qué te dedicas? - él también quería conocer cosas sobre ella, de momento sólo sabía su nombre y que estaba embarazada de un hombre que no la merecía.

- Ah, no sabía que trabajabas con tus padres. Ayer no los vi.- Por que me había presentado a todo el mundo menos a sus padres?. -Yo soy una druida, estudié para ello desde pequeña y es a lo que me he dedicado desde hace muchos años. Me vine a vivir aquí, a Druidland hace muy poco tiempo.

- Entonces debes ser muy poderosa no? - sonrió, aún caminaban y seguían de la mano, eso le gustaba demasiado.



- Creo que no nos conocemos, nos presentas Kassandra. - dijo mirando las manos entrelazadas.

Me estremecí... Crisis. No quería verle, no despues de lo que había pasado en mi casa. De donde había salido?. Solté la mano de Zesman.

- El es Zesman, un buen amigo. Zesman el es... Crisis..- No añadí nada más. En este momento no lo consideraba un amigo, es más, hasta me asustaba.

No le gustó ese tipo...miraba de forma rara a Kassandra, no sabría como explicarlo y ella le había soltado la mano nada más verle, no sería él???? no, no podía ser, o sí.

- Encantado de conocerte. - no le tendió la mano.



- Lo mismo digo. - pero no era verdad, miró a Kassandra. - un buen amigo? y yo qué soy? -

Que quien era??? como se atrevía a preguntarme eso despues de lo que había pasado?? No iba a permitir que me amedrentase. Me erguí y me enfrenté a él.

- Tu no eres nadie, Crisis... me lo has dejado claro hace un rato. Me has dejado claro lo que significaba para ti nuestra amistad.

Vale, no era él, estupendo...o no? qué hacía entonces pidiéndole explicaciones?



- Nunca he querido ser tu amigo, ya lo sabes, para mí hubieses sido algo más. - miró a Zesman. - no creo que le haga mucha gracia tu amiguito a.... - la miró de nuevo. - se lo has dicho? - dijo señalando con la cabeza a Zesman.

- Me da igual lo que le haga gracia o no, yo puedo tener amigos y él no es quien para prohibírmelo. Además, él no está aquí ahora... me dejó, para tu información. Díselo a Estefian, ya podréis estar contentos. Habéis conseguido lo que queríais. Y si, Zesman lo sabe. Yo no me voy ocultando, como tú.- Le dije, cada vez más enfadada.

Zesman la miró sorprendido.

- Estefian? la princesa Estefian? - no podía ser lo que estaba imaginando.



Crisis sonrió maliciosamente.

- Sí, la princesa Estefian, aunque ella no se acostumbra a ponerle el título y prefiere tutearla, veo que no te lo ha contado todo. - la miró a ella. - bien os dejo solos por si deseas explicárselo, nos vemos. - saludó con la mano y se marchó.

Me quedé allí, plantada mientras luchaba por aguantar el llanto. Por qué no podían dejarme en paz?? Yo solo quería ser feliz... Finalmente no pude. Las lagrímas empezaron a rodar por mis mejillas de nuevo. Me puse las manos en la cara, no quería que Zesman me viese así. Me di la vuelta y salí corriendo hacia casa.

Salió tras ella, por qué siempre tenía que estropearse el día? maldito fuese ese Crisis por hacerla llorar. La detuvo y la abrazó con fuerza.

- Ya está, no pasa nada Kassandra, no voy a preguntarte nada, llora, desahógate. - besó su cabeza.

Enterré mi cabeza en su pecho y lloré, lloré como necesitaba hacerlo, como llevaba conteniendo hacía días... necesitaba desahogarme. Intenté calmarme... Zesman no se merecía esto, no se merecía tener que aguantar a una persona amargada, como yo. - Yo... lo siento... no... no quería llorar. No... no soy una buena compañía, Zesman.

- No Kassandra, no digas eso, por favor, no me apartes de tu lado. - cogió su cara entre las manos y la hizo que le mirase mientras limpiaba sus lágrimas. - no me importa nada, sólo quiero estar contigo y si necesitas llorar hazlo, estoy aquí para lo que necesites. - depositó un beso en su frente, aunque no era ahí donde deseaba besarla.

- Lo siento, de verdad. No quiero llorar. No quiero que pienses que soy una persona amargada... sólo... sólo quiero que me dejen ser feliz.- Volví a pensar... debía irme... aquí nunca me dejarían vivir tranquila. - Zesman... cuando os vais de aquí?

- Ya te lo dije, dentro de unos días, tres o cuatro, no lo sé cierto, por qué? ya deseas que me vaya? - intentó animarla sin soltar su cara.

Sonreí. -No Zesman, lo último que deseo ahora mismo es que te vayas. Era... era simple curiosidad.- No podía decirselo, aún no, primero tenía que convencerme yo misma de lo que quería hacer con mi vida. - Creo que tienes derecho a preguntarme Zesman... quieres saber algo despues de la conversación que has oido?.- Quería ser sincera con él... no quería que pensara que le ocultaba algo.

- Dije que no te preguntaría nada y voy a cumplirlo, sólo sabré lo que tú me quieras contar, nada más. - la abrazó, no pudo evitarlo, quería sentirla cerca, quería que le dejase amarla, cómo demostrarle que él la haría feliz? que nunca permitiría que llorase?