Casa de Kaala (Aldea Ost-In-Edhil - Elfos Oscuros)

Rei de pura ironia
-¡Ja! ¿Interesado en mi? El nunca estuvo enamorado de mi, y encima me pedia que yo si le entregara todo, cuando el nunca me entrego nada. Me pedia que dejara todo por el, y a cambio ¿que recibo? Quedarme sola encerrada en un maldito castillo toda la santa noche, porque a el le gusta estar solo -.dije aquella frase con retintin.- Y solo vernos durante el dia, y entonces el esta demasiado cansado y solo quiere dormir. ¿Eso es amor? ¡Ja! -.Sacudi la cabeza.- Ni siquiera creo que en algun momento confiara en mi -.Me calle un instante para intentar tranquilizarme.

Le dedicó una media sonrisa.

- Por mí perfecto qué quieres que te diga? pero vaya amor el tuyo. - comenzó a reir con ganas. - nisiquiera a durado una noche, menuda decisión.... - hablaba más para él que para ella.

Le mire solo un momento, y luego me di la vuelta para quitarme la chaqueta y ponerme una ropa decente.
-Conozco al señor del castillo desde hace mas de una noche, y la decision tuve que hacerla antes de enamorarme de el. Y lo siento si te ha molestado algo, aunque no lo entiendo me he sincerado contigo y ademas no podia dejar de pensar en ti, es por eso que me fui, y luego me entere que Brod.... que el señor del castillo, pensaba una serie de cosas de mi que no eran precisamente buenas y decidi irme... -.Suspire y me sente en la cama, abatida. Ya empezaba todo a ponerse mal. Fin del sueño.

- Pues ya que te sinceras hazlo del todo y dime qué es lo que piensa "el señor del castillo" de tí y quien te lo dijo - se sentó en una silla frente a ella, esperando sus respuestas.

Le mire e hice un gesto de rendicion.
-Bien. Tu ganas. Brodgar no me demostro su amor, si es que alguna vez lo sintio, y es lo que me dijo. Y tambien que no era mas que una niña que hacia las cosas por impulso y no pensaba en las consecuencias, que le engañe, que le menti y.... seguramente tambien se arrepienta de todo lo relacionado conmigo. Y quiza tenga razon, quizas no deberias volver a mirarme a la cara tu tampoco. No puedo obligarte a que te quedes -.Le explique desviando la mirada.

- Y cuándo se supone que te dijo eso? antes o después de que le dejaras? -

-Me lo dijo despues pero... Se que lo sentia de antes. Pero lo que mas me dolio fue que no confiara en mi. Y seguramente tu tampoco lo hagas -.Dije, dolida. En realidad lo que mas me dolia era eso, que todo lo que vivi con el.... era mentira. Que todo no era mas que una ilusion...

- Que no confiara en tí en qué sentido? - no entendía nada, nada de lo que decía tenía sentido....qué era lo que le pasaba?

-Pues... -.Me quede sin palabras.- No era sincero conmigo. Solo eso. Y por favor ya dejemos de hablar de el, ¿vale? No me gusta esta conversacion, queria hablar contigo y de ti, no de el -.Intente pedirselo a las buenas. No queria dar mas explicaciones porque cada vez me estaba doliendo mas el corazon.

- Está bien. - dijo resignado. - perdóname pero tengo que ir al castillo, tengo que hablar con Brodgar y Silvano, explicarles la situación y decirles que volveré a luchar, espérame aquí. - sin darle tiempo a replicar salió de la casa y se marchó al castillo.

No me atrevi a decir nada. Agache la cabeza con resignacion. No podia permanecer aqui. No, si no queria hacerme mas daño. Observe mi habitacion con tristeza y me levante. Baje las escaleras y sali de la casa. Llame a Grysson, y me ayudo a subir hasta el tejado donde me sente junto a el. El aire fresco y las vistas me ayudarian bastante. Me ayudarian a dejar la mente en blanco.

- Qué haces aquí Sambrus? -



- Tengo que hablar con Brodgar. -



- Está en su habitación. -

Sambrus no dijo nada más y se dirigió hacia la habitación de Brodgar.

Cerre los ojos durante un buen rato. El viento me daba en la cara y hacia volar mis cabellos hacia atras. Permaneci asi, callada, escuchando el sonido de los arboles. Recorde los momentos que vivi con Brodgar. Todas las noches que compartimos juntos. El no me amaba.... En realidad nunca me amo. Nunca sintio algo mas que algo de cariño por mi. Ni confio en mi. Todo lo que vivi... todo lo que senti... era mentira. Una pura y dolorosa mentira. Abri los ojos y parpadee varias veces. No iba a llorar. No volveria a hacerlo. Jamas volveria a llorar. A mostrarme debil. Ni permitiria que su recuerdo me hiciera mas daño. Baje del tejado y entre en la casa, donde cogi una especie de maleta y empece a recoger las cosas y meterlas ahi. Fui hasta la comoda, y sin querer me mire en un espejo que habia delante. Y recorde otra vez el pasado. Un pasado que queria olvidar por encima de todo. Agache la mirada y segui con mi tarea.

- Qué quieres Sambrus? - preguntó con la voz gangosa.



- Estás borracho? -



- Qué quieres? -



- Sólo decirte que estoy con Kaala, que vivo con ella y que no voy a dejarla por tí. -

Ya habia terminado de ordenar mis cosas y estaba en el porche, sentada en uno de esos bancos que son como amacas y balanceandome mientras miraba hacia arriba. Intente tararear cualquier cancion, cualquiera para no pensar... para no llorar... para no sufrir. Me dolia el corazon con cada latido y yo me esforzaba por tararear esa cancion.

Su sorpresa fue mayúsculas, tanto le había engañado? cómo podía haber sido tan tonto para no darse cuenta? era otra.....le había utilizado igual que ella, a él que se había jurado no volver a amar nunca más....le habían vulto a utilizar, le habían vuelto a destrozar un corazón que pensó que ya no tenía pero no iba a dejar que Sambrus lo notase.

- Algo más. -



- Sí que volveré al entrenamiento....si aún me aceptas. -



- Por mí puedes hacer lo que te de la gana. - se dio la vuelta. - siempre lo has hecho y no me viene mal otro guerrero, ya contábamos contigo así que.... - le enfrentó con la mirada. - cuando lo decidas ya sabes donde estamos y ahora si me disculpas. - no tenía nada más que hablar con él así que salió de su habitación rumbo a ningún sitio.

Pobriño....

Me levante de repente. No podia estar sentada mas tiempo asi que pense en dar un paseo... Pero ¿y si volvia Sambrus? No podia alejarme mucho... Asi que me acerque hasta unos arboles que habia cerca de mi casa. Estaba rodeada por un bosque y ademas aun podia ver la casa... Me acerque hasta uno de esos arboles gigantescos y puse la palma de mi mano en su tronco. Cerre los ojos, y me acerque hasta tocar mi frente con el gran arbol, a escuchar sus latidos. Era algo maravilloso que me enseñaron cuando era una niña. Los latidos de un arbol. Y, por primera vez, me relaje con aquel sonido, quendandome quieta, sin moverme en absoluto.

Sambrus recogió sus pertenencias, cogió su caballo y se marchó a casa de Kaala, su nuevo hogar a partir de hoy, cuando llegó no la encontró y comenzó a llamarla a gritos.

- Kaala! -

Me sobresalte y corri hacia la casa. Hacia lo que me esperaba. Una vida con Sambrus... Quizas asi lograra olvidar por completo a Brodgar, pero eso no pensaba decirselo todavia. Cuando le vi con cara de preocupacion le sonrei pidiendole disculpas.
-Lo siento... Necesitaba tomar el aire -.Le explique sonriendo lo mejor que pude.

- Bueno no me gusta llegar a casa y no encontrarte. - dijo más tranquilo y con una sonrisa. La cogió de los hombros y la llevó hasta la casa. - ahora tengo mucha hambre, me prepararías algo de comer? -

Le respondi la sonrisa. Me vendria bien distraerme con algo.
-Sí, claro -.Acepte y fui hasta la cocina, dandole la espalda.- ¿Que te apeteceria? -.Le pregunte aun sin mirarle.

- Cualquier cosa que pueda comerse. - dijo estirándose en el sofá. - traje todas mis pertenencias, luego me dices donde puedo ponerlas vale? -

Intente sonreir a pesar de que sabia que el no podia verme.
-Ponlas donde quieras, si vas a quedarte aqui -.Le dije mientras preparaba un asado. Actue como si estuviera programada para ello. En realidad, ni siquiera pensaba en nada, ni me fijaba en lo que hacia. Pasaron varios minutos hasta que la comida estuvo lista y la puse sobre la mesa, mirandole por primera vez y sonriendo.
-Que aproveche -.Le dije sentandome en una de las sillas de la mesa y ofreciendole el plato. No tenia ganas de comer. Asi que apoye el codo sobre la mesa y deje que mi cabeza reposara sobre mi mano.

- No vas a comer conmigo? - preguntó sin empezar a comer aún. - no me gusta comer solo, no está bien, una familia debe comer siempre junta, es algo que deberemos enseñarles a nuestros hijos y eso empieza por nosotros no? - sonrió.