Casa de Kaala (Aldea Ost-In-Edhil - Elfos Oscuros)

¿Y ahora por que se preocupaba por lo que hacia cuando no estaba? Me encogi de hombros.
-Pues supongo que lo mismo de ayer. Dare una vuelta por los alrededores, me vendra bien andar y refrescarme -.Comente una vez termine mi tarea. Me gire y le dedique una sonrisa.

- No te alejes mucho deacuerdo? esta zona es peligrosa aunque no lo creas. - se acercó a ella y le dio un beso en la frente. - volveré pronto. - se marchó directo al campo de entrenamiento.

-Claro -.Me limite a decir a pesar de que ya se habia ido. De repente, me fije en una pequeña nota que habia en una esquina de la encimera. La cogi, y la desdoble. Y ponia:
"A mi querida hermana:
Un corazon no muere cuando deja de latir, muere cuando sus latidos dejan de tener sentido.
Guarda esta nota en tu corazon, y jamas permitas que muera.
Recuerdalo siempre.
Besos
Tu hermano, Erestor"
Mantuve la nota en mis manos largo tiempo. Y, despues, con lagrimas en los ojos, la volvi a doblar y me la guarde, cerca de mi. Erestor no vendria en persona a despedirse, ya lo habia hecho.
-Demasiado tarde... -.Susurre mientras recordaba la imagen de Brodgar sonriendome. Una imagen que solo permaneceria en mis recuerdos.

- Creía que no volverías más. -



- Creíste mal, aquí estoy. -

Intente ahogar mis sollozos con una mano tapandome la boca, pero resulto casi imposible. Aprete la otra mano con fuerza y mis piernas flaquearon. Mi hermano lo sabia, sabia que no amaba realmente a Sambrus. El se habia dado cuenta antes que yo. De... en realidad... en realidad amaba a Brodgar. Y maldita fuese por tener que admitirlo. Tenia que odiarle, odiarle a muerte... Cerre los ojos e intente serenarme. Sin saber muy bien que hacia, abri uno de los cajones y saque un cuchillo bastante grande. Lo mire por unos instantes, pero en vez de guardarlo lo guarde en uno de mis bolsillos y sali de casa casi corriendo. Sin saber por que estaba hiperventilando y necesitaba estar lejos de aquella casa. Asi que corri, corri lo mas lejos que pude hacia ninguna parte: solo donde me guiara el corazon.

- Hay noticias? -



- Sí, nuestro espía a hecho bien su trabajo, esperemos a Silvano. -

Exhausta, llegue hasta... el lago. Jadeando, me derrumbe sobre la hierba y cai de rodillas, mirando fijamente al lago. Habia vivido tanto ahi... Mire alrededor, suplicante y sin poder contener ya mis lagrimas. Esperando que todo fuera como antes... que retrocediera en el tiempo... Volver a verle... Cerre los ojos y agache la cabeza, poniendome una mano en la frente. Ya no me quedaban lagrimas que echar, ya no me quedaban latidos que desgastar... Ya no me quedaba nada. Nada. Lo habia perdido todo....

- Creo que hoy soy el último. - dijo acercándose a Sambrus y a Brodgar.



- Eso parece. -



- Vamos, tenemos que reunirnos. - se dirigió hasta una tienda.

Inconscientemente meti la mano en uno de mis bolsillos y toque el cuchillo. Lo saque y lo observe con extremo interes. De repente reaccione, ¿que demonios estaba haciendo? Volvi a guardarmelo y, justo en ese momento, roce con mis dedos la nota de Erestor. Aquello me tranquilizo. Pero, instintivamente, mire hacia mi alrededor. Olvide por completo la advertencia de Sambrus pero... ¿Que tipo de amenaza habia en este bosque? Un escalofrio me recorrio. ¿Acaso esa guerra.... y si los enemigos andaban cerca? ¿O estuvieran espiando? Sacudi la cabeza ante tales pensamientos de niña ingenua y tonta. No habia peligro. Ninguno

- Está seguro de lo que quieres hacer? -



- Es la única forma de recuperar lo que nos pertenece. -



- Y podemos fiarnos de él? se supone que son amigos. -



Le miró resentido.

- Se supone tú lo has dicho, también se supone que nosotros éramos como hermanos. - miró a Silvano. - estás deacuerdo? -

Me levante con cuidado. No deberia tener miedo de nada pero... aun asi, tendria que estar prevenida. Pero no me apetecia ir a casa, queria pasear por el bosque. Total... ¿de que tenia que lamentarme? ¿Que mas me quedaba por perder? ¿La vida? Bueno, no es algo que me importara mucho en aquellos momentos. Asi que empece a andar hacia el bosque.

- Esta guerra entre supuestos hermanos la empezaste tú, no lo olvides. -



Brodgar iba a responder pero Silvano le cortó.

- Basta chicos! no os comportéis como críos, ahora hablamos de una guerra, creo que es más importante que vuestros problemas personales. -

Empece a deambular por el bosque sin ni siquiera fijarme hacia donde iba. Queria estar sola, era lo unico que me daba cuenta de que ansiaba. Soledad. Mi soledad. Mire mis pies mientras seguia andando con pasos lentos y recordaba anteriores momentos... con Brodgar. Sola era cuando podia pensar en el. Y... la verdad era que vivir en un sueño era mucho mejor que la realidad. En los sueños podias estar vivo, no habia dolor. En cambio, en la realidad estas muerto y consumido por todo lo malo...

- Y cuándo partiremos? - preguntó poniéndose en medio de los dos.



- Mañana, nada más ponerse el sol. -

No supe cuanto tiempo habia pasado, pero cuando mis pies pararon alce la vista y vi otro lago, mucho mas pequeño. Incluso me resultaba familiar... pero eso ya no me importaba. Me sente en una roca que habia bastante grande y mire al cielo, plagado de estrellas a cada cual mas brillante.

- Pues si todo está claro por qué no entrenamos? -

Sin decir nada más todos salieron de la tienda y empezaron el entrenamiento.

uy uy.... esto me huele a que van a ir a pegar a mi Eleher....

Volvi a sacar la daga del bolsillo y volvi a examinarla. Puse un dedo con delicadeza sobre la punta afilada. ¿Seria mejor acabar con todo esto de una vez? ¿Que desaparezca de las vidas de todos? Quizas... quizas fuera lo mejor. Sabia perfectamente que no podria... amar del todo a Sambrus, solo sentiria algo, poco y pequeño, por el. Pero nada mas. No aspiraria a mas. Suspire abatida por mi propia guerra. Tenia que desaparecer... pero la simple idea me horrorizaba. Me frote los ojos al notar como si me dolieran, pero no solte la daga de mi mano.

El entrenamiento terminó antes de lo habitual, Brodgar les dijo que debían descansar bien así que cada uno se marchó a su casa y cuando Sambrus llegó y abrió la puerta no encontró a Kaala, eso le enfureció, pero se sentó en el sofá a esperarla.

Grysson fue el que me desperto de mis ensoñaciones. Escondi rapido la daga mientras Grysson me metia prisa por volver. ¿Por que? ¿Acaso ya habia vuelto Sambrus? Subi a su lomo y me llevo en cuestion de minutos a casa. Me despedi de el y entre con algo de miedo. Sambrus me esperaba en el sofa. Fingi sorpresa.
-Vaya... ¿A acabado pronto el entrenamiento? -.Pregunte como si no hubiera pasado nada.

- Sí, hoy hemos terminado pronto el entrenamiento. - miró a la cocina. - necesitaría cenar y descansar pero veo que no hay nada preparado. - volvió a mirarla a ella.

-Ya. Como ves no he estado en casa asi que parece logico -.Respondi secamente yendo hacia la cocina sin hacerle el menor caso. Lo ultimo que queria era tener que hablar con el. O con alguien.

- Ya pero quizás es que no deberías haber salido de casa y deberías haberme esperado con la cena preparada no te parece? - preguntó secante.

-¿Y por que no deberia salir de "mi" casa? Tengo todo el derecho -.Repuse. Termine de preparar la cena y se la plante delante suyo.- Aqui tienes -.Fue lo unico que dije antes de irme, subir las escaleras y cerrar la puerta de mi habitacion. Me sente en la cama y cruce los brazos en el pecho, molesta, triste y sintiendome como una idiota.

No cenó y subió tras ella hasta la habitación.

- Así es como piensas tratarme todas las noches después de que haya venido cansado del entrenamiento? vas a reprocharme que esta es tu casa y no mía? pensé que querías tener una vida conmigo y que esta casa sería de los dos, me he equivocado? -