Casa de Kassandra (Aldea Ost-In-Edhil - Elfos del bosque)

- Por supuesto, caballero.- Me recogí el vestido, como había visto tantas veces hacer a las damas que venían a los bailes de palacio y puse mi mano en la suya, recordando aquellos tiempos en los que era tan feliz. - Me encantaba ver los bailes que daban mis padres desde las escaleras... solía sentarme a escondidas a ver a las damas y soñaba con estar algún día en uno de esos bailes y que un principe encantador viniera y me pidiera bailar... creo, caballero, que acaba usted de cumplir parte de mi sueño..- Le dije, mientras lo acompañaba al centro del salón, para bailar.

Puso una mano en su cintura y con la otra cogió su mano y comenzaron a dar vueltas por el comedor sin parar de reír, sin música, esto era una locura, pero le encantaba verla así.

- Soy feliz sabiendo que he sido capaz de hacer realidad una parte de tus sueños, ojalá esto fuese un baile de verdad y nosotros pudiésemos bailar en él. - no pudo evitar ponerse serio.

Le miré a los ojos, sonriendo. Era tan feliz con él...

- Me conformo con tener al príncipe de mis sueños... aunque no estemos en un palacio..- Me quedé pensativa unos segundos. -Sabes? Lo que menos eché de menos de mi vida anterior siempre fueron los lujos... nunca he vuelto a pensar en ellos, nunca me han hecho falta... quizás por eso nunca volví a reclamar lo que me corresponde por derecho... lo único que añoré, fue el amor de mis padres... nunca los vestidos caros, ni las joyas... ójala hubieramos sido pobres... así nadie hubiera hubiera tenido motivos para matarlos...- Me entristecí al llegar a esa conclusión.

Dejaron de bailar.

- Crees que ese fue el motivo? no has pensado alguna vez en reclamar lo que es tuyo? ahora que vas a ser madre todo eso le corresponde a tu hijo por derecho y ya que yo no puedo dárselo....quizás tú si puedas y finalmente llegue a ser un príncipe como le corresponde... - se entristeció por lo que acababa de decir, sabía que era la verdad pero no pudo evitar sentirse mal por ello, su hijo que no tenía culpa de nada no podría reclamar lo que le correspondía de su padre....la vida era injusta, debió pensar antes de actuar de una forma tan irracional.

- Se que ese fue el motivo... el dinero, el poder... el poder de mi padre... el poder es algo que corroe a las personas y les hace cometer actos terribles. Yo no quiero poder, Eleher... no sabría que hacer con él... además, como podría ir yo sola a enfrentarme a todos aquellos que, estoy segura, quieren verme muerta? Mi hijo está más seguro sin que nadie sepa que existe... así nadie tratará de matarlo.

- Pero él podría recriminártelo el día de mañana, cuando se enterase de que le correspondía ser príncipe, puede que no te perdone que no hayas luchado por lo que le correspondía, por darle una vida mejor, y tú no estarías sola, ya te dije que si quieres mandaré a mis hombres allí por tí. - acarició su mejilla, quizás lo pensase detenidamente.

- Y que haría entonces? No fui educada para gobernar un reino... sino para encontrar un marido que lo hiciera por mi... Tendría que casarme, y darle un padre a mi hijo... tendria que hacer muchas cosas que no quiero hacer, entre ellas marcharme lejos y casarme con alguien que no amo. Y mi hijo... tu querrías tu vida para el tuyo? No te gustaría ser libre para elegir? para hacer lo que quisieras con tu vida? Creo que mi hijo agradecerá no ser un príncipe. Mi tio... el es el rey ahora, desde que murió mi padre... y quizá sea mejor que siga siéndolo...

- Ser príncipe tiene muchas ventajas, aunque ahora no puedas verlas, por qué crees que la gente mata por conseguir el poder? siendo príncipe también puedes ayudar a la gente y hacer cosas buenas... - aunque no puedas ser libre totalmente, pensó.

- Lo se, Eleher... y me encantaría poder reinar para ayudar a la gente. Pero tendría que marcharme... y casarme sin amor... tu hijo sería un príncipe, si... pero jamás podrías volver a verlo y el tendría otro padre... querrías eso. Quieres eso, Eleher?

- No, no quiero eso, quiero tener cerca a mi hijo, verle crecer y poder cuidarle y enseñarle... - se entristeció. - mañana habrá un baile para dar la noticia del nacimiento del nuevo príncipe, todos recibirán una invitación, supongo que tú también y aunque sé la respuesta tengo que preguntarte si irás? - se lo preguntó sin poder mirarla.

- Sabes que la respuesta es que no. No creo que fuera bien recibida. Ya habrá baile para mi en otra ocasión.- Bajé la mirada... el nuevo príncipe... el hijo de Estefian... porque seguía teniendo la sensación de que ella lo engañaba??.- Tu querrías que estuviera allí, Eleher?

- Me gustaría que estuvieras allí....pero no en esta situación, me gustaría que fuese nuestro hijo el que se reconociese y para el que fuese el baile, pero....no lo es...lo siento quizás no debí habértelo dicho, he sido un insensible, perdóname. -

- No te preocupes, me enteraría de todas maneras.- Mi hijo... mi hijo tenía derecho a ser reconocido. Quizás la idea de Eleher no era tan descabellada.- Quizá tengas razón... quizá deba partir... y luchar por lo que le pertenece a mi hijo. Luchar por que sea reconocido por lo que es... aquí nunca conseguirá eso.

- Quieres decir que te marcharás para reclamar lo que te pertenece? - no, no podía estar diciendo eso, era imposible....

- Si, eso quiero decir. Fuiste tú el que dijiste que lo hiciera. Quizá sea mejor así... no crees?.- Le dije... aunque realmente no queria marcharme... pero no quería seguir sufriendo, seguir aguantando que eleher ni siquiera la tocase y verle con ella... con su hijo... mientras ella y el suyo no recibían más que las migajas. No era justo...

- No, no puedes hacerlo....aún. - añadió. - al menos hasta que nazca el bebé y pueda mandar a mis hombres para que me garanticen que no hay problema en que vayas o consigan coger a los asesinos de tus padres, hasta entonces no te irás, es demasiado peligroso. - y no podría soportar no volver a verte, pensó.

- Pro cuando nazca mi bebé no podre irme.. el será demasiado pequeño. Quizás debería ir con tus hombres... ellos me protegerían.- Quería alejarme realmente de él? No, por supuesto que no... era lo último que deseaba en el mundo... pero, por otro lado... no sería la mejor manera de olvidarle? de alejar el sufrimiento? Huir... era lo que había hecho toda mi vida. - Está bien.- recapacité. - quizás sea mejor que espere.

- Me alegra que hayas recapacitado y hayas entendido el peligro que podrías corres. - realmente no pensaba dejarla marchar, pensaba que la dejaría irse con su hijo? nunca, no la perdería a ella y no perdería a su hijo. - Ahora debo irme, de verdad, .... mañana no podré venir, es el baile pero me gustaría que al día siguiente quedásemos para pasear, para comer juntos y empezar a conocernos te parece bien? -

Asentí con la cabeza. Volvíamos a lo mismo... otra vez. A esperarle sola, hasta que tuviera un hueco para mi. Era lo que yo misma había elegido... pero ansiaba poder negarme, poder decirle que o venía mañana o no viniera más. Pero no podía hacerlo.... prefería tenerlo así a no volver a verlo nunca.

- Te esperaré pasado mañana, entonces.- Le dije, bajando la cabeza. Esque siempre tenía que llorar cuando el se iba?

Se dio cuenta de su tristeza, él no sabía hacerla feliz, no podía hacerla feliz, quizás lo mejor sería dejarla marchar, era un egoísta reteniéndola pero....qué haría él si se marchaba? Lavantó su cabeza con un dedo y le dio un tierno beso en los labios.

- Hasta pasado mañana entonces - y se marchó cerrando la puerta tras él.

Me senté en el sofá, cogiendo las ropitas de la cesta, para ordenarlas. Otra vez sola, como siempre. Como todas las noches. Somo soñaba con pasar una noche con el... juntos, sin que nada se interpusiera. Ni Estefian... ni nada. Pero eso era imposible. Siempre sería así... sus noches siempre serían de ella, pensé, mientras una lágrima corría por mi mejilla.

Garady llegó hasta donde estaba ella sentada.

- Oí una puerta y me imaginé que ya no tendría visita. - se detuvo a mirarla con atención. - estás llorando? qué ha pasado mi niña? - prguntó mientras se sentaba a su lado y la abrazaba para darle consuelo.

Me abracé a ella y el llanto que llevaba tanto rato reteniendo brotó sin poder contenerme más.

- Garady... no se... no se que hacer. Le quiero tanto... pero me duele tanto cuando se va... Crees que debería marcharme lejos y olvidarme de él, Garady?

- De quién me estás hablando pequeña? - tenía una sospecha pero quería saber si ella se la confirmaría o no.

- Se que lo sabes, Garady... se que lo sabes desde el principio. Es de Eleher de quien estoy hablando... el... el es el padre de mi hijo. Que hago Garady?? Debería alejarme de él y destruir el amor que nos une o debería quedarme... y soportar este tipo de vida?