Casa de Agnes West (Aldea Ost-In-Edhil - Elfos de la luna)

Ein!!!!!!! qué hace Eleher aquí???

es ke ay doooos!!! xDxDxDxD

Eleher está aquí porque hay una fiesta de todas las casas de elfos, jejejeej. Pero amos, no participa en la historia, ni Brodgar tampoco, ejejej. Solo hacen de relleno, jejeej.

----------



No podía dejar de mirarla. Por un lado estaba feliz de saber que ella estaba viva, y por otro, por otro pensaba en por qué no se habría puesto en contacto con él.. por qué había huido de su casa. Y qué hacía ahora con Sindar? Tendría que hablar con ella, tenía que hacerlo, tenía que explicarme que había pasado... todo este tiempo buscándola, sufriendo por ella, y ella había estado bien todo el tiempo?. -Bienvenida a palacio, Agnes.- Le dijo, con la voz temblorosa, sin ni siquiera reparar en Itiel.



Se dio cuenta de que Arandil no dejada de mirar a la Druida... así que había algo. No podía permitirlo. - Arandil, cariño.- Dijo, abrazándose a él. -Creo que es hora de pasar al salón, los sirvientes empezarán a servir la cena enseguida. Detrás de ustedes.- Les dijo a todos los que había allí concentrados.



- Con vuestro permiso....- Dijo, cogiendo a Agnes del brazo y adelantándose. Se había dado perfecta cuenta de lo que había pasado, de que Agnes había recordado y de lo que había pasado con su cabeza. - Agnes, pequeña... se que ahora estás en shock, pero acepta un consejo... no des por hecho cosas sin conocer toda la historia, vale?.- Le dijo, con voz cariñosa.

Desvie un poco la cabeza hacia un lado. No dije nada. No hacia falta decir nada. No tenia sentido. Sabia que si se me ocurria decir algo romperia a llorar... O algo peor. En aquel momento mi corazon roto, destrozado, pendia de un fino hilo.

- Agnes, quieres que salgamos un rato al jardín antes de la cena?. Quizá necesites respirar un poco de aire, no crees?.- Le dijo, comprensivo.

-No quisiera ser una molestia, alteza -.Dije pero ya nos dirigiamos hacia el jardin.

- No lo eres en absoluto. Necesitas un respiro.- Llegaron al jardín y Sindar se sentó con ella en un banco. - Y bien, intuyo que has sido capaz de recordar todo, no es así?.

-Si -.Dije de forma monotona. ¿Por que no podiamos hablar de otra cosa? Cerre los ojos e inspire profundamente

- Y supongo también que no sabías nada de Itiel, no es así?

-La mujer a la que Arandil ama desde hace tiempo. Y con la que tengo un asombroso parecido. Para mi es suficiente con eso -.Dije, seria.

- Bueno, como te dije antes, no deberías dar por hecho las cosas sin haberte asegurado antes. Itiel es la esposa de Arandil.... o lo fue... hace mucho tiempo.

-Claro... Y los matrimonios no se consuman por amor... ¿verdad? -.Dije en apenas un susurro.- Sindar por favor no sigas... No sigas por favor... -.Dije, ahogandome en mis propias palabras.

- Agnes, a veces el amorse acaba... y a veces nunca lo hubo... Escucha mi consejo, joven druida... esperate a hablar con Arandil para juzgarle, vale?.- Le dijo, acriciándole la mejilla. -No llores, te estropearas el maquillaje.-

Me contuve las lagrimas.
-No... Ahora no, Sindar. No puedo hablar con el ahora... Yo... Creo que tienes razon en el amor. Quiza necesite tiempo para... calmarme -.Me repuse en un momento y me levante.- Sera mejor que entremos -.Le dije sin mirarle.

-Quien ha dicho ahora? No, ahora no debes acercarte a él... recuerda que prometiste no alejarte de mi... ya habrá otro momento, y cuando éste llegue... escúchale. Lo harás?.- Le dijo mientras se levantaba y la cogía del brazo. - Venga, deben estar todos preguntándose donde estamos.

"¿Lo haras?" Repitio mi mente una y otra vez. ¿Lo hare? ¿Lo escuchare? Quizas para cuando llegue el momento yo ya.... ya no pueda... No puedo hacer ni decir nada. Quizas nunca mas vuelva a acercarme a el... Y tenia claro que tenia que cambiar. Tenia que cambiar o sino moriria de pena por el daño acumulado durante tanto tiempo. Tenia que cambiar si no queria... Destrozarme por dentro aun mas.

Arandil observo a Agnes mientras entraba en el salón del brazo de Sindar. Estaba triste... por qué? Que le habría pasado? Tenía que hablar con ella, después de la fiesta.

-------



- Sientaté aquí.- Dijo, apartandole una silla. - Y trata de divertirte por esta noche, esta bien?

Sonrei como si en realidad no hubiera pasado nada. Se me daba bien ocultar el dolor, ya era una experta en fingir simpatia por todo. Incluso parecia real.
-Claro, alteza -.Dije con una sonrisa en los labios.

Sindar fruncio el ceño. -Bueno, tu sonrisa parece casi real. Seguro que si lo vuelves a intentar te sale mejor. Prueba otra vez.- Le dijo, divertido.

-------------



No podía estar con Sindar... no, el era demasiado... era imposible que estuviera con él. Y entonces por que no había vuelto? por qué no había vuelto a su casa? Acaso era por Itiel? No, tenía que comprenderlo... no amaba a Itiel, solo la amaba a ella. No dejaba de mirarla, buscando su mirada, pero ella no se dignaba a mirarlo.

Aquello me divirtio y esta vez si sonrei y rei de verdad. Y me alegraba aquello. Me hacia gracia el gesto de Sindar y sin querer volvi a reir. Y tmabien sin querer me tope con la mirada de Arandil... Y aparte la mirada casi con brusquedad. Arandil no me amaba... ¿Por que entonces tenia que mirarme asi? Mire a Sindar y sonrei.
-¿Que tal ahora? -.Pregunte.

- Bueno, casí lo conseguiste... hasta el final. Supongo que tuviste alguna perturbación externa.- Dijo, bromeando. -Si sigues practicando al final me voy a creer que te estas divirtiendo conmigo y todo.

---------------



Por qué retiraba la mirada? Acaso ya no sentía nada? No podía intuir nada en sus gestos. No encontraba las respuestas que buscaba en su mirada. Al menos... llevaba sus pendientes. Eso le hizo esbozar una pequeña sonrisa.

-La verdad es que si me divierte su compañia, alteza -.Dije sinceramente, pero aparte la vista y la fije en mis manos.- Ademas no quiero... arruinarle la fiesta. No se lo merece -.Oculte mi rostro agachandolo y sin dejar de mirar mis manos.

- No temas, no me arruinarás la velada. Me estoy divirtiendo mucho con tus intentos de disimular. Además, me gusta sentirme observado... y esta noche lo somos, continuamente.- Dijo, algo misterioso.

Le mire, preocupada.
-Pues a mi no me gusta sentirme observada por alguien que intenta matarme -.Dije en un susurro.

Sindar ro divertido. - No te preocupes, druida... nadie va a matarnos. Me refería a otro tipo de observación. No te has dado cuenta de como te mira Arandil?